Desde que llegué mi vida se ha rodeado de voluntario/as. Con algunas fuimos a bailar hasta las dos y tres de la mañana, con otras compartimos lágrimas y risas. Tantas cenas que se transformaron en una introducción a la gastronomía de países de los cinco continentes.
Noches de copas de vino con largas conversaciones de economía y política. Viajes para descubrir las bellezas de Italia y tantos, tantos otros recuerdos...